Pentecostés en Jardín

Así se vivenció Pentecostés en el Jardín:
Cuarenta días después del domingo de Pascua, los huevos que habían sido decorados por los niños y colgados cuidadosamente en una rama en la mesa de estación dieron paso a blancas palomas. Esto ocurre justo el día de Asunción ya que se vivencia la transformación del cuerpo físico y la llegada del espíritu santo en representación con la paloma.
La rama de árbol es especialmente elegida para que, con el paso de los días replique la transformación en el transcurrir del otoño que se vive en la naturaleza.
A partir de ese día el blanco nos rodea y viste la mesa de “la hadita del fuego”; al rededor de ella, tantas velas como niños y maestras, se van encendiendo día a día hasta que en Pentecostés la luz de cada uno brilla.
El cuento, la ronda y los versos acompañan esta vivencia.
Ahora, con los últimos días del otoño nos preparamos para recibir el invierno y celebrar nuestra tan esperada fiesta de las luces, los faroles y San Juan.



Mtra. Karina Jassid