Otoño para los Sentidos

El Otoño ya está aquí, y nos sigue maravillando con sus cálidos colores y frescos atardeceres. Para continuar adentrándonos en esta bella estación compartimos un cuento y una receta para disfrutar en familia, llenando nuestros corazones y hogares de tibios encuentros.
Un cuento de otoño
En un pequeño pueblo rodeado de un extenso y mullido campo, lejos de la ciudad, vivían tres pequeños y hermosos niños amantes, admiradores y observadores de todo cuanto sus luminosos ojos podían ver.
Al despertar cada mañana con los primeros rayos de sol, salían en busca de nuevas aventuras, adentrándose en los campos ágilmente y dejando atrás el suave sonido de sus risas.
A lo lejos algo extraño se divisaba en el cielo y al cabo de un instante una gran bandada de pájaros volaba sobre sus cabezas y se perdía detrás de los árboles… ¿Hacia dónde se dirigían tantos pájaros?
Estas preguntas inquietaron a los niños y no dudaron en emprender una aventura más…corrieron y corrieron tanto como sus pequeños pies les permitieron entre árboles, piedras, charcos, con la esperanza de lograr alcanzarlos. Justo cuando ya sus fuerzas se estaban agotando, un pájaro entre todos estos decidió posarse sobre una rama para descansar y este fue el momento en que, sin dudarlo, el más ágil de los niños subió de un gran salto a la primera rama del árbol para desde allí poderlo observar…
¡Se trataba de un ave migratoria!
Pues, como cada año, comenzaba a llegar la época en que los días se tornaban más cortos, el sol ya no calentaba tanto el aire, los árboles cambiaban sus colores y el pasto iba vistiéndose de una suave y fría helada…
Sin embargo, ésta era una época de la cual estos niños disfrutaban mucho, pues todo anunciaba la llegada de una celebración muy esperada por ellos… ¡La fiesta del otoño!
Cada hoja, ramita, cada fruto seco sería útil para preparar la celebración.
Todos los niños de aquel pueblo salían con sus canastos en busca de estos tesoros que les dejaba la naturaleza, y así el campo irradiaba una luz dorada especial. En estas tardes, además, el canto de los pájaros acompañaba la melodiosa canción que los niños entonaban:
“Las hojas de otoño, de oro parecen, otoño las pinta y el viento las mece, se caen livianas y van a formar, la alfombra de otoño que ustedes verán”.
Al cabo de varios días cuando el silencio y la oscuridad parecían apoderarse aún más de la naturaleza, todas las manos laboriosas de aquellos pequeños niños, se juntaron para dar comienzo a la celebración.
El niño más saltarín corría de aquí para allá en busca de bellas hojas y semillas y trepando a cada árbol llenaba de guirnaldas el lugar.
El más observador buscaba la hoja más bella y el espacio más adecuado para adornar con delicadeza.
El más trabajador ponía el orden y ubicaba con agudeza cada objeto y preparaba con fuerza el pan para hornear.
Y otros tantos esperaban el comienzo entonando juntos una bella y tranquila canción.
Así el extenso campo dorado se vestía de fiesta: el pan recién horneado y las exquisitas sopas calientes daban el aroma festivo; largas mesas se tendían con toda clase de adornos otoñales. Una vez más las voces se elevaban hasta el cielo agradeciendo al mundo tal dorada belleza y cada niño devolvía una mirada a la tierra sintiendo en sus corazones el descanso del futuro germinar.
Mtra. María Eugenia Secondo
Receta de Budín de Peras

Ingredientes:
- 2 peras maduras ralladas
- 1 pera madura fileteada
- 2 1/2 tazas de avena arrollada
- 1 cda de polvo de hornear
- 1 cda de cacao amargo
- 1 cda de canela
- 1 cda de cúrcuma
- 1 cdta de clavo de olor molido
- 1 taza de azúcar mascabo
- pizca de sal marina
- ralladura de 1 limón
- 1 puñado de pasas de uvas
- 2 cdas de aceite de coco derretido
- un chorro de agua o leche vegetal
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Procedimiento:
Procesar la avena en licuadora o procesadora hasta obtener una harina fina. Poner en bowl.
Agregar el polvo de hornear, el cacao, la canela, la cúrcuma, el clavo de olor molido, el azúcar, la sal, la ralladura de limón. Mezclar.
Agregar a la mezcla las peras ralladas, las pasas y el aceite de coco. Mezclar.
Añadir chorro de agua o leche vegetal hasta obtener una masa ni muy espesa ni muy líquida.
Verter en budinera aceitada.
Decorar por arriba con la pera fileteada, el sésamo y espolvorear con azúcar mascabo.
Llevar a horno 200º durante 40 minutos.
*Se pueden sustituir las peras por manzanas.