La Pedagogía Waldorf está presente en nuestro país desde el año 1969. Comenzó con un Jardín de infantes que funcionó en el barrio Punta Gorda de Montevideo. Años después, en el año 1983, se compró un predio arbolado de 2880 metros cuadrados, que se recibió en usufructo para que fuera el lugar físico de la primera escuela Waldorf del Uruguay, “Novalis Waldorf Schule”; que tuvo sus puertas abiertas hasta finales del 2008. Varias personas trabajaron para que la Pedagogía Waldorf haya llegado al Uruguay, especialmente el matrimonio Grams, Helga y Rudy, ambos ya fallecidos. A finales del año 2008 esta escuela se cierra por una crisis social, económica y pedagógica.
Como curiosidad y dato interesante se puede decir que el proceso de cierre de la escuela Novalis fue simultáneo al proceso de apertura de una nueva escuela en el mismo predio. Ambas realidades convivieron sin mayores conflictos, desde la mutua comprensión de dos grupos con tareas contrapuestas, por un lado el grupo de padres y maestros que estaban abocados a cerrar una escuela, con el dolor que esto implica; y por otro, un grupo de jóvenes padres y maestros que se resistieron a perder la Pedagogía Waldorf en Uruguay y trabajaron con mucho entusiasmo por este anhelo.
Así fue que tras unos meses de intensa labor y un verano casi viviendo en la escuela, es que tres meses después, en marzo del año 2009 abría sus puertas la nueva Escuela Waldorf de Montevideo. Al comienzo éramos unas pocas familias y la escuela contaba con un jardín de infantes y dos grados de la primaria. Con un total de 28 niños y 6 maestros. Las familias y los maestros pioneros se comprometieron en un nuevo acuerdo, impulsar a la escuela para que ésta se pusiese en camino hacia los ideales de la Pedagogía Waldorf. Para que esto resultase, había que buscar ayuda, asesoramiento y fundamentalmente ocuparse de la formación de maestros.
La Rama de Estudios Antroposóficos “Novalis” de Montevideo, acompañó este proceso dándonos su apoyo y ayuda, especialmente miembros que habían sido maestras: Gisela Medina y Edith Clement. También padres de la ex escuela, que ya no tenían hijos alumnos, apoyaron generosamente . Un nuevo papá que había llegado el año anterior al cierre, fue decisivo a la hora de contagiar entusiasmo y esperanza para que esto fuera posible, además tomó la responsabilidad con su firma de los trámites legales para que esta realidad de la nueva escuela pudiese funcionar, el Sr. Carlos Pucciariello. En lo pedagógico, desde Argentina nos acompañó desde el comienzo Úrsula Vallendor y luego también Andreas Schubert. Ellos impartían cada año seminarios y encuentros relacionados con aspectos pedagógicos y sociales que hacen a la Pedagogía Waldorf. Aún contamos con su ayuda y agradecemos su presencia cada año.
Actualmente tenemos tres jardines de infantes y la primaria completa. Somos veinte maestros y más de cientocincuenta alumnos. En nuestros Jardines de Infantes y algunos grados de Primaria tenemos lista de espera y estamos próximos a inaugurar una secundaria en 2019.
La Pedagogía Waldorf comienza a hacerse conocida en nuestro país recién ahora.
En lo que respecta a asuntos formales, la escuela está en un momento muy bueno, de crecimiento y de reconocimiento por parte del Ministerio de Educación y Cultura así como por las autoridades de la educación pública nacional. La escuela está en vía de autorización por parte de las autoridades. Las finanzas de la escuela han ido mejorando notablemente, aún tenemos desafíos por delante pero esperanzados en poderlos asumir y trabajar.
Los nuevos desafíos, nos ponen muy contentos porque se orientan a temas que hasta hace poco tiempo eran un sueño, como por ejemplo ganar más espacio para albergar más niños que buscan nuestra escuela y llegar a cubrir el arco entero de la enseñanza en los tres septenios, jardín, primaria y secundaria .
Nuestros niños disfrutan de la escuela, son quiénes nos inspiran cada día y nos mueven a hacer cada vez, un poquito más. Entran diariamente por el portón de madera con ganas y alegría, y son recibidos por sus maestros que comparten aún el entusiasmo de una escuela joven en crecimiento. Muchos padres agradecen y colaboran con dedicación para que esto sea posible.
En este momento tenemos alumnos de nuestra Formación Waldorf, trabajando en escuelas públicas inspirados por nuestra pedagogía y compartiendo con sus colegas elementos esenciales que hacen al bienestar del niño, como rondas, ritmos, cuentos, trabajo en épocas e incluso continuar como maestros de una misma generación de niños. Existe un fuerte movimiento de renovación y transformación de la educación en nuestro país y la Pedagogía Waldorf está aportando también para que así sea.