Enseñanza de Idiomas Extranjeros

Cada escuela Waldorf es un organismo vivo que late con identidad propia, se transforma en consonancia con la comunidad que lo conforma y vela por los principios antroposóficos que la sustentan. Nuestra escuela se encuentra en un período de transformación, fortalecimiento y profundización. Durante muchos años, Waltraut (Wally) ha puesto su foco en profundizar en los fundamentos para la enseñanza de las lenguas extranjeras que justifican la propuesta pedagógica de idiomas en las escuelas Waldorf. Desde el año pasado impulsados, además, por el interés de algunas familias en reforzar esta área, consolidamos un grupo de estudio, dentro del colegiado, para ahondar en las ideas que Rudolf Steiner desarrolló al respecto. 

A continuación, compartimos algunas de las ideas fundamentales.

1. El Habla

La Antroposofía ilumina el tema del habla desde conceptos y profundidades poco acostumbradas a escuchar.

Parte de la idea de que el idioma original era uno para toda la humanidad. De a poco se dieron separaciones entre los seres humanos. Las palabras empezaban a diferenciarse correspondiendo a diferentes formas de sentir.

En el correr del tiempo, en tanto más avanzaban las civilizaciones, más abstractos se volvieron los idiomas, es decir menos imaginativos.

Rudolf Steiner dice que el habla es un acontecer donde el ser humano revela y da forma a su relación con el cosmos. Es una cooperación viva de simpatía y antipatía en el sentir, acompañada por el pensar imaginativo (vocales y consonantes.) En las consonantes se reflejan los procesos exteriores del mundo y en las vocales los procesos interiores.

En el habla se expresa el Espíritu del Lenguaje que es más inteligente que el propio hombre. Las formas gramaticales conllevan características de las cuales muchas veces no estamos conscientes pero que sin embargo nos ayudan a pensar correctamente. El niño se entrega completamente a este Espíritu al aprender a hablar y así también pensar.

El idioma materno se arraiga tanto en los sistemas respiratorio y circulatorio, como en el vascular. Con esto se instala en el espíritu, alma y cuerpo del niño. El habla absorbe tempranamente lo que anímicamente vive a su alrededor. Las palabras irritadas de un adulto, por ejemplo, tienen efecto en las glándulas y conllevan nerviosismo.

Hoy día la psicología y la fisiología concuerdan con que la capacidad de hablar depende más de la vida de sensaciones (sistema funcional rítmico) que del sistema nervioso.

2. Idiomas Extranjeros

Rudolf Steiner no dio muchas indicaciones curriculares, la mayoría de ellas se encuentran en las conferencias.

Metas:

Se busca en primera instancia el aporte a la riqueza de la vida interior del alma. Aunque la intención pedagógica prevalece, RS habla de combinar las dos cosas:

  • en cuanto a la vida anímica: practicar artísticamente, gramática viva, saber escuchar, acceder a situaciones diferentes, educación hacia la paz.
  • en cuanto a colocarse correctamente en el mundo: conquistar ciertas exigencias básicas, sostener un diálogo básico en el idioma, acceder a un texto.

Elección del idioma:

Se busca una compensación; Rudolf Steiner no explicita cómo combinar los idiomas, pero en ocasiones las caracteriza y nos deja la elección a nuestro criterio buscando cómo equilibrar sus efectos en las distintas capas de la existencia humana.

Etapas Evolutivas:

Durante el segundo septenio suceden procesos muy importantes en el cuerpo anímico. La tarea es lograr que el idioma se ancle en la estructura vivencial del niño, uniéndose con sus más profundas capas esenciales. Esta vivencia no se puede expresar a partir de traducciones.

Durante la edad de 6 a 9 años se aprovecha la tendencia de imitación que naturalmente, va disminuyendo. El niño aún percibe junto con lo exterior, lo sonoro, también lo interior, el elemento anímico-musical del idioma. Hasta los 9/10 años el habla todavía puede ser recibido por parte del ser humano entero (cuerpo-alma-espíritu). Recién a partir de esta edad el ser humano transforma la conciencia a la autoconciencia. Tiene la vivencia de separarse del mundo y por ello se puede comenzar con la gramática y reglas de sintaxis.

El aprendizaje del idioma es mucho más fácil cuando uno acerca el arte al idioma.

Para que el niño encuentre la transición hacia el desarrollo del Yo a partir de los 10 años debe hacer todo con más conciencia que antes. A través de practicar el descubrir las reglas, con la ayuda del idioma se introduce el elemento del pensar en el elemento meramente anímico del idioma. La autoconciencia no podría desarrollarse si el idioma siguiera recibiéndose solo a través de lo anímico. Esto vale tanto para el idioma materno como para el extranjero. Durante los 9 y 10 años el niño debe sentir que está empezando a comprender un poco más el idioma. Alrededor de los 12 años el niño debe haber desarrollado una percepción de la belleza del idioma, “hablar lindo”. Primero desarrolla una sensación para lo correcto del idioma, después una impresión en cuanto al poder para la vida que uno adquiere a partir de un idioma.

Aspectos metodológicos:

Adaptar los contenidos de las materias al momento evolutivo del niño representa un factor salutogénico para ellos.

Las clases parten de los aspectos rítmicos, siempre compenetrado por lo artístico. El docente debe cultivar las artes y consultar la investigación científica espiritual de Rudolf Steiner.

Al comienzo de las clases formales se empieza hablando en coro, recién después individualmente. La comprensión tiene un rol secundario. El contenido se basa en las cosas concretas (cuerpo, clase, actividades).

Se evita la transmisión a través de la lengua materna, especialmente antes del Rubicón (entre los 9 y 10 años). Los niños deben vivenciar el idioma. No deben traducir internamente. Es una negligencia buscar la forma más fácil para impartir las clases. El idioma no se relaciona con palabras traduciendo, sino con objetos, sentimientos y acciones. Así se aprende a partir de su base natural: el sentir. La mesa simplemente se designa “table” en la clase de inglés y “Tisch” en la clase de alemán. No traduzco a “mesa” sino palpo la palabra inconscientemente desde el sentir. Se espera con la escritura lo más que se puede. En tercero pueden aparecer las primeras pequeñas frases.

Se sostienen muchos diálogos; en clases más altas se va comentando lo leído; aprendiendo poemas se adquieren ciertas formas de expresión que después pueden ser referencia para otros temas.

La gramática se acerca después de que se haya hablado desde el sentir, entre los 9 y 10 años. El niño se puede diferenciar del entorno y puede observar lo que hace, por ejemplo, en el hablar. Ahora los temas gramaticales tienen su influencia en el desarrollo del Yo. La gramática se trae desde textos, poemas, versos ya adquiridos.

Épocas:

La enseñanza en épocas se usa como parte esencial para impartir los temas de la clase principal en la mañana durante todos los años escolares. En general el mismo tema se trata entre tres y cinco semanas. Este método cuenta con el olvido como elemento metodológico. Durante el tiempo del olvido el tema sigue desarrollándose en capas inconscientes de la naturaleza humana.

Después de un tiempo para retomar el tema se refresca la memoria y se sigue desarrollando la materia. Se trata del mismo fenómeno que sucede durante la noche con los temas del día anterior. “Lo mismo que significa la noche entre dos días de clase, lo es la pausa entre las épocas de una materia. Para convertir conocimientos en capacidades, el recordar y nuevo enfrentamiento con lo que había quedado sumergido es tan importante que el despertar del sueño.” (F. Carlgren).

Al revisar aportes hechos a base de experiencias en las diferentes escuelas Waldorf del mundo, se puede constatar que hay diversas propuestas tanto para los primeros grados, como con los grados de 4to a 6to y secundaria. La elección y elaboración de una propuesta, es responsabilidad de cada escuela.

Nuestro colegiado, especialmente el equipo coordinador del área idiomas extranjeras, ha asumido la responsabilidad de familiarizarse con detalles de estas experiencias para evaluar cuales pueden ayudar a mejorar la enseñanza de idiomas en nuestro colegio.

Para aquellas familias que estén interesadas en clases extras para sus hijos sugerimos el espacio de Mariana Monzón (profesora de inglés y madre de nuestro colegio), entendiendo que su propuesta acompaña los lineamientos y fundamentos generales de la Pedagogía Waldorf.

Equipo Lenguas Extranjeras
Waltraut Klöckner
Profesoras de inglés, Paula Suarez y Agustina Landsiedel
Profesora de alemán, Elisa Anardu

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