Despedida de Alejandra

El pasado viernes 13 de agosto, Alejandra Franco -una de las madres fundadoras del colegio quien fue además la docente de manualidades hasta fines del año pasado- vino a despedirse de sus alumnos y alumnas con quienes compartió años de trabajo en labores. 

La escuela la recibió con una gran sorpresa. Fue invitada a realizar un extenso recorrido por todas las clases. Allí la recibieron los niños y niñas, entre abrazos, música y canciones, poemas, cartas, dibujos y manualidades. También recibió en cada grado un objeto cuya utilidad reveló al culminar el recorrido.

Daniela y Bruno, los nuevos acompañantes en el área de labores, recibieron a Alejandra, en un gesto de humildad y reconocimiento. Tras un cálido encuentro de relatos y consejos prácticos, comenzó el recorrido.

El primer grupo en recibirla fue segundo grado. Allí fue sorprendida por una “mini actuación”. Un compañero la recibió explicándole que todos los demás se habían quedado dormidos mientras la esperaban. Alejandra entró en sintonía inmediatamente y fue cómplice de lo que allí acontecía. Una vez sentada en el trono y frente a una bellísima mesa preparada por los niños y niñas, “despertaron” dedicándole una hermosísima canción: “Con la lana tejí la luna…”. Luego abrazos, regalos y una Corona que confeccionaron con mucha alegría, decorada con adornos cargados de cálidos deseos y pensamientos. Por último, le entregaron “la pala”.

El segundo grupo que visitó fue quinto año que la recibió cantándole canciones típicas del folklore Uruguayo, regalos de su época de geografía. También le obsequiaron una poesía que escribieron colectivamente, recordando todo lo que han aprendido con ella. Allí después de cantar junto a Andrés, el profesor de música, se le brindó “una carretilla”.

Luego le siguió cuarto grado, quien la recibió con un bellísimo poema y con un fuerte y sincero abrazo, cargado de agradecimiento por todo lo que les enseñó y compartió. Cerraron este momento con una canción junto a Andrés y le entregaron una “regadera”.

En tercer grado la recibieron en pleno proceso de tejido de las muñecas y muñecos, que con entusiasmo le fueron mostrando.
Entre besos, abrazos y un hermoso pizarrón decorado por todas y todos con un gran GRACIAS, le entregaron una “bolsa de tierra”, y la despidieron.

Con la pala, carretilla, regadera y bolsa de tierra, elementos que fue recolectando y la acompañaron durante el recorrido, se encontró con sexto grado. 

Tras un bello puente, tejido de canto, llegó a su trono. En el centro dos hermosos “árboles frutales” esperaban adornados de mensajes escritos por sus alumnos y alumnas, para seguir su camino. Uno de ellos fue plantado para continuar echando raíces en la escuela, el otro busca acompañar un nuevo renacer, llevando toda la fuerza al nuevo impulso del Bosque. 

Con esta ceremonia deseamos cristalizar un lazo simbólico entre las dos instituciones.

Agradeciendo nuevamente todo el trabajo por nuestra escuela, le deseamos a Alejandra un gran camino acompañando el crecimiento del primer Liceo Waldorf de Uruguay.

Colegiado.

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